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Los productos de relleno inyectables, son sustancias de consistencia gelatinosa de una densidad variable, que se aplican debajo de la piel con el fin de aumentar el volumen de la zona donde se aplica.

Podemos diferenciar productos REABSORBIBLES, como es el Ácido Hialurónico, sólo o en asociación con otros productos como Hidroxiapatita cálcica, colágeno… Habitualmente, los implantes realizados con estos productos tienen una duración de un año aproximadamente, variable en función de la zona donde se inyecta y de las características propias de cada paciente. En el caso del Ácido Hialurónico, podemos elegir entre varias densidades de producto, según la zona a tratar y el grosor de la piel, y de ello también dependerá su duración.



Los productos PERMANENTES, son productos sintéticos, que tras su inyección se integran en el tejido y el organismo no tiene capacidad de reabsorberlos. Pero este tipo de rellenos son una opción que actualmente no se plantea.

Así pues, con los implantes faciales, podemos corregir los surcos nasogenianos, perfilar el labio, o incluso darle más volumen. Las ojeras también se pueden rellenar con materiales reabsorbibles de densidad baja como el Ácido Hialuróniuco.

Toxina botulínica

Para relajar los músculos que intervienen en la mímica facial, se utilizan las inyecciones de Toxina botulínica tipo A. Indicadas en el tratamiento de las arrugas de expresión del tercio superior de la cara, entrecejo, frente, alrededor de los ojos….

Se trata de una proteína que tiene la capacidad de interrumpir el impulso nervioso que origina la contracción muscular de forma reversible.

El resultado se observa entre el 3º y 7º día tras la aplicación de la toxina y dura entre 3 y 6 meses.